Peelings químicos

Una de las técnicas más útiles para mejorar el aspecto de la piel.

¿En qué consiste un peeling químico?

El peeling químico es un tratamiento para renovar las capas más superficiales de la piel y cuyo objetivo es la corrección de diversos defectos de la misma, como manchas, acné, arrugas poco profundas y marcas. La palabra peeling se traduce del inglés como “pelar” y eso es precisamente lo que consigue este tratamiento, retirar las capas dañadas de la piel dejando el rostro con un aspecto mucho más hidratado y jugoso.

Sobre la cara totalmente limpia se aplica, con un pincel especial, un cóctel de sustancias que penetra en el epitelio con el objetivo de renovar las capas superficiales. El tiempo de aplicación no es superior a 30 minutos y no tiene ningún efecto secundario. Las capas comienzan a renovarse desde el momento de la aplicación hasta varios días después, cuando el paciente verá cómo la piel dañada se cae y deja paso a las capas más nuevas. El resultado es una piel más lisa y más tersa.

¿Qué trabajamos con un peeling químico?

Teniendo en cuenta las grandes propiedades regeneradoras, están claras sus indicaciones:

Un aspecto muy importante a tener en cuenta es el hecho de que, con la eliminación de las capas más expuestas de la piel estamos eliminando zonas de daño solar incipiente, por lo que, de alguna manera, estamos contribuyendo a prevenir el cáncer piel.

Preguntas frecuentes

La piel se limpia y desengrasa, tras lo cual se aplica el peeling más adecuado a cada necesidad.

Se aplica el número de capas variables dependiendo del tipo de peeling y de cómo reaccione la piel durante el proceso.

Se hacen en consulta en aproximadamente 20 -30 minutos.

El paciente puede sentir un ligero escozor durante su realización que cede del todo cuando, para acabar el proceso, aplicamos una máscara calmante.

La piel puede estar ligeramente enrojecida y tirante durante unas horas, pudiendo durar este eritema como 24 o 48 horas.

Comenzará el proceso de descamación y renovación celular que durará entre 4 y 6 días siendo más o menos intenso según el tipo de tratamiento realizado.

A partir de ahí luciremos nuestra piel más limpia, tersa y de un color más uniforme, en definitiva mucho más luminosa.

Si bien existen algunos tipos especiales que pueden realizarse en cualquier época del año, lo ideal es hacerlo en épocas en las que la radiación solar sea menos intensa, lo que en nuestra latitud ocurre en otoño e invierno.

Disponemos de servicios pensados en nuestros pacientes para que su relación con nosotros sea más fácil, ágil y eficaz